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Agua en la Luna

Publicado: 30/12/2020

Autor: Paulina Vargas

Tras la llegada de los astronautas de Apolo a la Tierra en 1969, se creía que la superficie lunar era completamente seca, sin ningún indicio de contar con alguna fuente de hidratación y mucho menos agua. Pero esa creencia ha cambiado, pues el pasado 26 de octubre, la NASA ha compartido unos resultados publicados en Natural Astronomy en los cuales se confirma la presencia de agua en la Luna.

Este descubrimiento fue posible gracias al observatorio estratosférico de astronomía infrarroja, SOFIA, por sus siglas en inglés (Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy). SOFIA es un proyecto conjunto de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán, el cual consiste en un avión de pasajeros Boeing 747SP modificado para llevar un telescopio de 106 pulgadas de diámetro.

Una prueba con grandes resultados

SOFIA es originalmente utilizado para observar objetos distantes, como galaxias y agujeros negros, utilizando como guía las estrellas para poder mantener el telescopio fijo en lo observado. Pero siendo la Luna un objeto celeste tan cercano y brillante, no se tenía la certeza de que SOFIA pudiera mantenerse fijo en ella, puesto que ocuparía casi todo el campo visual que es utilizado para las estrellas guía.

En agosto de 2018, los operadores decidieron hacer una observación de la Luna de prueba, y en esa simple prueba encontraron mucho más de lo que se esperaba: hallaron moléculas de H2O en la Luna.

¿Cómo se descubrió?

Previamente a los descubrimientos de SOFIA, en 2015 ya se tenía un indicio de la presencia de cierta hidratación en la Luna, gracias a la información recopilada de 3 naves independientes, Moon Mineralogy Mapper (M₃), Deep Impact Spacecraft, y Visual and Infrared Mapping Spectrometer (VIMS). Pues estas observaron un rasgo característico de absorción de 3 μm en la Luna, el cual es propio del agua (H₂O) y del hidroxilo (OH), pero eran incapaces de diferenciar entre estos compuestos.

Utilizando la banda de 3 μm, el agua y el hidroxilo se perciben aparentemente iguales; sin embargo, tomando en cuenta que una vibración fundamental de las moléculas del agua emite en una línea espectral de 6 μm, y que el hidroxilo no posee esa característica, se utilizó la banda de 6 μm en SOFIA para poder confirmar la presencia de H₂O en la Luna.

Los resultados

Las moléculas de agua fueron encontradas en el soleado Cráter Clavius, ubicado en el hemisferio sur de la Luna, y que es uno de los cráteres más grandes visibles desde la Tierra.

Cráteres de la Luna con hidratación — Cráteres de la Luna, que en Marzo de 2015, se estimaba que podrían contener hidratación; entre ellos, Clavius.
Créditos de imágen: Ernie Wright, NASA Visualization Explorer.

Se pudo estimar la presencia de 100 a 400 µg g−1 de agua; que teniendo un punto de comparación, el desierto del Sahara contiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó en el suelo lunar.

En efecto, las cantidades de agua encontradas en la luna han sido muy pequeñas, pero resultan ser nada insignificantes, pues representa el planteamiento de nuevas interrogantes que demandan una respuesta. Aún no se sabe con exactitud cómo se generaron esas moléculas de agua o cómo llegaron a la luna, y más aún sorprendente, cómo lograron conservarse en la Luna a pesar de que esta no cuenta con una atmósfera y estando el agua en una zona soleada de la Luna.

Hasta ahora, existen únicamente estimaciones y teorías fundamentadas para tratar de darle una respuesta a estas interrogantes, como que pueden estar en forma de hielo bajo las sombras _[1], o el agua podría quedar atrapada en pequeñas estructuras en forma de perlas que se forman a partir del alto calor creado por los impactos de los micrometeoritos en la superficie lunar_[2].

Sin duda alguna, la presencia de agua, sea mucha o poca, ya representa un factor de gran impacto para las futuras misiones de exploración del universo. El programa Artemis de la NASA, ahora posee un nuevo factor a considerar para el próximo lanzamiento de la primera mujer y el siguiente hombre a la Luna en 2024.